Sería muy cínico negar que pertenecemos a un planeta con una economía dominada por el capitalismo, de las que quizás se escapan, en contadas ocasiones, el pequeño comercio y ciertas zonas que se podrían contar con los dedos de una mano.
Por ende, somos seres consumistas, en mayor o menor medida, esto quiere decir, que compramos prácticamente todos los días algún producto del índole que sea.