En pleno 2020 se nos presenta una sociedad que está completamente expuesta a estímulos audiovisuales. Todo el mundo, incluso la generación Baby boomer, está al corriente de lo que es un video viral o de cómo se comparte un contenido multimedia en cualquier red social. Por esto, el acto tradicional de llamar a tus padres, abuelos o cualquier miembro de la familia ha pasado a mejor vida para ser reemplazado por un formato que da mucho más juego, “la videollamada”.
Es cierto que la aparición de estas no se remonta a este año, ni mucho menos, pero la realidad es que hasta poco antes de este confinamiento no eran demasiado utilizadas. Al menos no en la estela familiar o de amistad, si que eran utilizadas con recurrencia las videoconferencias o video reuniones en el ámbito laboral empresarial para poder conservar comunicaciones entre países en cualquier lugar del globo.