La crisis pandémica en la que estamos envueltos ha llevado a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmara ya hace semanas una realidad que muchos españoles no pretendían creer. Estamos hablando de la cancelación de la Semana Santa. Esto ha sido considerado un hecho insólito ya que dicha festividad llevaba celebrándose sin interrupción desde el año 1933.
Pero a la luz de los acontecimientos, sería muy irresponsable realizar cualquier evento de esta magnitud.
Este dato fue confirmado paulatinamente por muchas regiones españolas hasta que, finalmente, la Conferencia Episcopal española acabó aclarando la cancelación de su totalidad el día 14 de Marzo, el mismo día que se impuso el estado de alarma en todo el territorio peninsular.
Esto ha supuesto una pérdida económica cuantiosa en muchos lugares, debido a que los preparatorios suelen comenzar varios meses antes de la fecha oficial.
Concretamente las zonas más devastadas por la noticia fueron; las comunidades de Andalucía, Murcia, Valencia y ambas Castillas, donde la tradición es más fuerte.
Este año el calendario de celebraciones comprendía desde el 28 de Marzo hasta el 12 de Abril, ambos inclusives.
A expensas de cómo evoluciona la situación a nivel mundial, muchos cofrades han apelado al sentido común y a la esperanza de que el año que viene se pueda celebrar la Semana Santa tal y como venía haciéndose consecutivamente los últimos 87 años.