Las declaraciones del Presidente de Filipinas Rodrigo Duterte estremecieron al mundo, cuando en días pasados declaró a los medios: “Que todo aquel que infrinja la cuarentena, así como los toques de queda, debe recibir un balazo.” Una amenaza bastante extrema para muchos y que lamentable se ha materializado este 6 de abril al cobrar su primera víctima: un hombre de 65 años, en completo estado de ebriedad causó disturbios en la ciudad de Nasipit, la cual se encuentra ubicada en la provincia sureña de Agusan del norte.