La controversia surgió después de que un perro diera positivo en un test de Covid-19 realizado en la ciudad china de Hong Kong. Este hecho no ha podido ser explicado por la comunidad científica.
Se ha teorizado sobre lo anterior y se ha llegado a la conclusión de que aquellas partículas analizadas, las que dieron positivo, no pertenecían al perro sino que, seguramente, habían permanecido en su pelaje durante un tiempo.
Como bien conocemos, el virus Covid-19 tiene la capacidad de permanecer en diferentes superficies un tiempo determinado, esto hace posible que las muestras que se recogieron en Hong Kong no fueran del propio animal sino de un humano.
Precisamente por esto, los veterinarios apelan a mantener una higiene rigurosa para con sus mascotas ya que si las gotas con coronavirus de una persona precipitan en tu mascota, posiblemente permanezcan allí un tiempo, conllevando un gran riesgo para ti y las personas que estén en contacto con el perro.